La Falange acaba de inaugurar su nueva sede en Cataluña, un piso en Barcelona que también será la oficina en suelo catalán de su central de trabajadores, el Sindicato de Trabajadores Nacional Sindicalistas. La Falange es uno de los cinco partidos que el pasado mes de julio decidieron unirse para crear la coalición La España en Marcha con el objetivo de unir fuerzas, expandir su mensaje y tratar de ganar seguidores para una corriente ideológica que desde la muerte de Franco no ha dejado de volatilizarse.
El primer acto en público de La España en Marcha fue toda una declaración de intenciones. La plataforma de extrema derecha debutó atacando el pasado 11 de septiembre el Centro Cultural Blanquerna, la sede de la Generalitat de Catalunya en el número 44 de la calle de Alcalá de Madrid, cuando un grupo de diputados celebraba el día de la comunidad autónoma.
La apertura de la nueva sede de este partido en Barcelona se produce en pleno apogeo de la ofensiva soberanista catalana. La Falange es precisamente una de las formaciones de extrema derecha que más se ha movilizado para combatir los mensajes y las demostraciones de fuerza del independentismo. Por ejemplo, fue uno de los partidos que se apuntó a la manifestación que recorrió las calles de la Ciudad Condal el pasado 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, para responder a la Vía Catalana por la independencia que había cruzado de norte a sur el territorio de la comunidad autónoma el anterior 11 de septiembre.
Un sede discreta
“El proyecto de La España en Marcha, como referente patriota frente a este sistema, está animando a antiguos y nuevos falangistas a sumarse a nuestras filas”, asegura el partido en el comunicado que ha distribuido entre sus fieles para comunicar la apertura de su nuevo local en Barcelona. Por motivos de seguridad, la Falange ha optado por mantener la ubicación de su sede en el más estricto secreto. Su último local en Cataluña estuvo en el número 156 de la calle Valencia de la Ciudad Condal, pero en los últimos meses no disponía de ningún domicilio.
Para inaugurarlo, los integrantes de La España en Marcha han organizado un ciclo de actividades que incluye, entre otros eventos, la celebración de un “taller de reciclaje de esteladas” el próximo 2 de marzo. Antes, este mismo sábado, los militantes visionarán la película Los combates de Krasny Bor, sobre la batalla de la División Azul contra las tropas rusas en las inmediaciones de Leningrado en 1943, uno de los acontecimientos históricos más venerados por la extrema derecha española. El 23 de febrero también acogerán una conferencia titulada “Desenmascarando al Partido Popular”.
La nueva marca de la extrema derecha
La España en Marcha, que aspira a presentarse a las próximas elecciones europeas, se constituyó oficiosamente el pasado 18 de julio –otra fecha cargada de simbolismo para las corrientes filofranquistas– con el lanzamiento de un comunicado firmado por los partidos Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Democracia Nacional, Movimiento Católico Español-Acción Juvenil Española y la propia Falange. Doce ultras vinculados con estas formaciones fueron detenidos en el ataque al Centro Cultural Blanquerna del pasado septiembre.
Tras ese lamentable episodio, los partidos nacionalistas y de izquierdas reclamaron en el Congreso al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que iniciara los trámites para la ilegalización de estas formaciones. Fernández Díaz se comprometió a estudiar esa posibilidad y recordó que las Fuerzas de Seguridad habían tenido una respuesta ejemplar con la rápida detención de todos sus responsables. Además, aseguró que Interior no bajaría la guardia para frenar este tipo de violencia.
La última campaña de La España en Marcha ha tenido como blanco al cantautor catalán Albert Pla. Tenía previsto dar tres conciertos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid esta misma semana, pero ha tenido que cancelarlos por problemas de salud. Con todo, la cita estaba en el aire. La coalición de extrema derecha había amenazado con reventar sus actuaciones por haber dicho en una entrevista que siempre le ha dado “asco ser español”.