La Ley de Memoria Democrática prevé sanciones de entre 2.001 y 10.000 euros por la «exaltación de la sublevación militar o del franquismo»
En breve, espoleado por una legislación creada para eliminar toda forma de pensar que no sea la perversa cosmovisión que nos quieren inocular como veneno desde las esferas del poder, algún bien subvencionado medio de comunicación del sistema, nos querrá por medio de un panfleto adoctrinador en forma de artículo periodístico, y que, para el ojo avizor no será más que otro sofisma más para dar otra insidiosa manipulación a la verdad por parte de esa prensa del sistema nacida en 1978 de la mano de dos perjuros, como fueron el rey emérito Juan Carlos I y Adolfo Suárez.
En una muestra supina de cinismo por parte de la izquierda política más rancia, maquillada de progresía con oscuros fines, y con la complicidad de la derecha cobarde, se permiten calificar en sentido peyorativo y en forma de acusación a quien no piense como los que hoy se alzan como garantes de falsos «derechos y libertades», cuando su ideología marxista-leninista desde sus inicios ya en la extinta URSS, y hasta la actualidad en países como Cuba, Venezuela o Corea del Norte a sido la más sanguinaria, totalitaria y por ende recortadora de todo derecho y libertad en la Historia de la humanidad.
Sepan esos izquierdosos y sus cómplices faltos de toda ética y moral, seguidores de consignas como : «…hay que estar preparados para mentir, engañar, hacer operaciones ilegales, omitir o suprimir la verdad…» (Lenin) o esta otra de Salvador Allende «…la objetividad no deber existir en el periodismo, porque el deber supremo del periodista de izquierda no es servir a la verdad sino a la revolución..» que La Falange es una organización legal dentro de las actuales leyes vigentes y que se rige por el buen orden ético y moral que nos marca el imperativo divino del respeto hacia los valores eternos del hombre.
Los falangistas tan solo hacemos gala de nuestra propia simbología, tantas veces por desgracia manipulada y tergiversada por unos y otros. Nuestros históricos emblemas y colores, solo representan lo que queremos, que es nuestra ideología y que no es otra que el Nacional-Sindicalismo.
Nosotros los falangistas, nos hacemos responsables de lo que decimos y de lo que hacemos. No, de lo que ustedes señores de las instituciones de este fracasado sistema de Gobierno central y sus acólitos en las Corts Valencianes entiendan o pretendan manipular, levantando cortinas de humo para disimular su incompetencia en otros campos y materias desde sus sillones pagados con dinero público, cuando la realidad objetiva de la sociedad española es ahora cuando más necesita de personas coherentes, para temas más apremiantes en la actualidad y en el futuro que nos depara el siglo XXI.
Juan Pedro Marín Santa María, Jefe Territorial de La Falange en la Comunidad Valenciana
Enlaces: