Posiblemente nunca como ahora ha estado tan amenazada la Unidad Nacional de España y los separatistas más cerca de cumplir sus objetivos de asesinar a nuestra Patria, por la dejación y complicidad de quienes deberían defenderla.
Posiblemente nunca como ahora las cifras del paro y del trabajo basura y, por supuesto, de las tragedias que se esconden detrás de cada número, han sido tan catastróficas y aumentarán con la crisis del coronavirus.
Posiblemente nunca como ahora les ha resultado tan difícil sobrevivir y trabajar dignamente a los que conservan un empleo debido a las reformas legislativas laborales, a los impuestos abusivos que hacen ricos a los de siempre y a las consecuencias de la pandemia.
Posiblemente nunca como ahora la desigualdad social y económica entre los que viven cómodamente de este sistema, y los que sufren sus injusticias, ha sido tan insultante.
Posiblemente nunca como ahora el problema de la vivienda y sus derivadas de desahucios y miedo a no poder pagar la hipoteca ha sido tan sangrante.
Posiblemente nunca como ahora la corrupción ha estado tan generalizada entre todas las instituciones del sistema, desde la monarquía hasta el último ayuntamiento, y las arcas del estado han estado tan vacías a causa de este robo democrático que, salvo contadísimas excepciones, siempre queda sin castigo.
Posiblemente nunca como ahora las pensiones de los españoles han estado tan amenazadas y tan difíciles de conseguir, mientras la casta parasitaria democrática sigue con su futuro blindado con nuestro dinero.
Posiblemente nunca como ahora la sanidad y la educación han estado más inaccesibles a los españoles que llevan décadas sufragándolas, ellos y sus padres y abuelos, para que las disfruten intrusos de cualquier lugar del mundo o se privaticen en beneficio de los de siempre.
Posiblemente nunca como ahora nuestras fronteras han sido blanco de tantos ataques e intentos de invasión mientras, quienes deberían impedirlo muestran su complicidad con los asaltos apoyando moral y materialmente, más y mejor, a los invasores que a los defensores.
Posiblemente nunca como ahora nuestras Tradición, Lengua, Historia, Cultura y Fe han estado tan amenazadas y perseguidas incluso por las instituciones que deberían defenderlas.
Posiblemente nunca como ahora España haya tenido menos soberanía frente a los mandatos del exterior, cuyas logias e internacionales democráticas deciden nuestro futuro para garantizarse el suyo.
Posiblemente nunca como ahora los Sindicatos Chaperos han engañado, traicionado y robado tanto a los trabajadores españoles a los que deberían defender, además de colocarse de parte de los enemigos de España internos y externos.
Posiblemente nunca como ahora el otrora valiente, digno y rebelde pueblo español ha estado tan sumiso, anestesiado y aborregado y ha servido de cómplice necesario a los enemigos internos y externos de nuestra Patria.
Posiblemente nunca como ahora ha sido tan indispensable que los patriotas afrontemos nuestras responsabilidades y encabecemos la revolución que saque a nuestra nación del agujero al que nos ha llevado este régimen corrupto, injusto y antiespañol que padecemos.
Por todas estas razones, posiblemente nunca como ahora ha sido tan necesario que los nacionalsindicalistas en particular, y todos los españoles en general, hagamos que este 1º de Mayo, y todos los días del año, se escuchen atronadoras las reivindicaciones de Patria y Justicia Social que liberen a España de las criminales garras de las izquierdas y derechas, a cada cual más esclavista.
¡HOY MÁS QUE NUNCA, LUCHA CON NOSOTROS POR ESPAÑA Y LA JUSTICIA SOCIAL!
¡ARRIBA ESPAÑA!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN NACIONALSINDICALISTA!
Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas