Próximamente se va a estrenar en las salas comerciales, no pudo ser antes, Moragas supongo, una película titulada «El colibrí» cuya estrella principal es el actual ministro del interior -en funciones- Jorge Fernández Díaz.

El título de «El colibrí» viene de un cuento de la América de nuestra estirpe, donde tras declararse un incendio en la selva, un colibrí recogió agua en su diminuta boca, lanzandola sobre el fuego. Ante la burla de los demás animales, el pajarito les dijo que «cada uno hace lo que puede».

La moraleja viene a ser que cada uno debe actuar de acuerdo con sus posibilidades.

La historia que narra el film, gira en torno a una entrevista al ministro citado sobre sus creencias religiosas, de las que presume, y tras contarnos su vida y milagros, los testimonios de unas monjas financiadas por «don Jorge» y cómo un antropólogo ateo, se desplaza tres semanas después a la valla que protege nuestra frontera de Ceuta y al cabo de unos días decide retirar las «concertinas» de alambre y cuchillas para que los inmigrantes ilegales no se corten en el asalto a nuestro territorio nacional, ya que el entrevistador le pregunta sobre el inhumano artilugio como si fuera obligatorio subirse.

Todo un ejercicio de hipocresía de esta sociedad «políticamente correcta» y sobre todo, de «don Jorge» que ha formado parte de un gobierno derechoide, que ha mantenido la Ley del Aborto, engañando a sus cobardes votantes. Que ha liberado etarras. Que ha permitido «de facto» la secesión de Cataluña. Que ha empobrecido a los trabajadores españoles enriqueciendo a los ricos y que persigue y encarcela a los patriotas españoles utilizando la «ley mordaza».

Seguro que no podia hacer otra cosa que quitar las «concertinas» ?

Dicen que ahora está muy, pero que muy deprimido el pobre, por los resultados electorales.

Ministro, o ex-ministro, reflexiona y vete a un convento con tus monjas «subvencionadas» por si todavía estuvieras a tiempo de salvar tu podrida alma.

Deja a los patriotas nacionalsindicalistas luchar por España ante tu cobardía y la del partido al que representas, y que te vaya bien en el «séptimo arte»