Cuando la razón está de nuestra parte, no se hace difícil decir las 4 verdades a alguien aunque esta sea la Alcaldesa de Madrid Manuela Carmena. Este fue el caso del Secretario Nacional de Comunicación de La Falange Sergio Reguilón, que acudió a la inauguración del monumento homenaje a las húngaros que se levantaron contra la tiranía comunista de la Unión Soviética en el año 1956. Es bastante chocante, que la Sra. Carmena acuda a un acto contra la tiranía que ejerció el marxismo en Hungría y no sea capaz de mencionar lo que sucedió precisamente en Madrid, en esos fatídicos comienzos de la Guerra Civil, donde marxistas y socialistas perpetraron en Madrid el mayor asesinato masivo de personas de la Europa Occidental. Un auténtico genocidio, que según dijo en la conversación la alcaldesa con el Secretario Nacional de La Falange, ya tuvieron su reconocimiento durante el franquismo, respondiendo el representante de La Falange que lógicamente no basta que el franquismo lo reconociera, sino que este actual régimen también lo hiciera máxime cuando hay una Ley de Memoria Histórica que pretende criminalizar precisamente a esos asesinados, justificando esas matanzas en boca de muchos representantes de la actual política. El enrocamiento de la Sra. Alcaldesa en la conversación en seguir reconociendo sólo a las víctimas de una parte, hace pensar que va a ser muy difícil que con este Ayuntamiento y sobre todo con este sistema, las víctimas de aquella represión puedan tener un homenaje digno de parte de todos los madrileños y sus representantes, para que no se olvide el genocidio que allí sucedió.

El acto estaba presidido por la Embajadora de Hungría, Enikö Györi, y acudieron también aparte de la actual regidora del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena, la ex presidenta de la Comunidad de Madrid y portavoz popular en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre y la Vicepresidenta tercera del Congreso Rosa Romero, también del Partido Popular, entre otras personalidades de la política actual. La Sra. Embajadora conminó a todos los madrileños presentes a estar el próximo año en el siguiente homenaje. No le quepa duda que una representación de falangistas acudirá de nuevo.