Adjuntamos a continuación el texto íntegro de la presentación que realizó el camarada Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange (FE), del último libro de JOSÉ LUIS JEREZ sobre la historia de La Falange en Vascongadas y que se realizó el pasado viernes día 22.
Una contribución más, e impagable, de nuestro querido camarada JEREZ para evitar el olvido de la lucha que nuestros camaradas de la primera hora tuvieron que afrontar a pesar de la persecución y las penurias económicas en que se encontraban. Y precisamente, ante esa situación venían a colación las palabras pronunciadas por Felipe Sanz Paracuellos, el día 12 de febrero de 1934, en el Congreso Nacional de las JONS, celebrado en Madrid: «Las JONS no tienen dinero, pero tienen entusiasmo, que vale mucho más».
Buenas tardes camaradas:
Me pidió JOSÉ LUIS JEREZ el otro día en el cementerio de los Mártires de Paracuellos, que nos hiciéramos una foto juntos en camisa azul, porque casi nunca tenemos oportunidad de hacérnosla de “esa guisa”.
Por supuesto que me la hice y además espero que me la dedique de todo corazón como todo lo que hace.
Y es que allí, rodeados de los miles de asesinados por aquellos “demócratas” de la II República, comentábamos él y yo, que debemos estar ORGULLOSOS DE NUESTRA HISTORIA. MUY ORGULLOSOS, y no RENEGAR jamás de ella. Que teníamos que defenderla contra todo y contra todos, y convertirla en nuestro mayor patrimonio, sin olvidarnos que nuestro mensaje es mas actual que nunca en este comienzo del siglo XXI.
Que no sobra ni de una coma, de lo que nuestros camaradas escribieron con letras de oro en la Historia de ESPAÑA.
Junto a la cruz que recuerda a ALEJANDRO SALAZAR, Jefe Nacional del SEU asesinado en aquel mismo lugar, me decía JOSÉ LUIS que “La ignorancia, además de atrevida es un síntoma de desidia”, y que por eso los falangistas se merecen el conocer con todo tipo de detalle, lo que pasó al amparo, y bajo aquellas banderas rojas y negras, cubiertas de sangre y de pólvora.
JOSE LUIS sabe como nadie, que hay que dar la “batalla cultural” a este sistema que menosprecia e intenta ocultar la realidad, mintiendo sobre la verdad de lo que pasó en aquellos terribles años de la primera mitad del siglo XX..
Siempre he creído estar medianamente bien informado de la Historia de la Falange, no solo en Vascongadas, sino en el resto de España, cosa que tras echar un “vistazo” a las casi seiscientas páginas de que consta el libro que hoy se presenta, me confirman que estaba equivocado una vez más.
Sí, una vez más, porque es la misma sensación que tuve cuando leí “El Madrid de La Falange”, “La Falange Imperial”, o la Historia de La Falange en Extremadura, por citar algunos de los libros que JOSÉ LUIS ha puesto a nuestra disposición para desvelar lo que realmente sucedió y el porqué de muchas actitudes que hasta ahora parecían no tener sentido o incluso habían sido ocultadas por intereses de todo tipo.
Y es que a día de hoy, NADIE, absolutamente nadie, tiene la capacidad intelectual de aunar los documentos, las fotografías, las conversaciones y los conocimientos que tiene JOSÉ LUIS JEREZ sobre la participación falangista en los sucesos que con tanto acierto y realismo es capaz de plasmar en sus libros.
Cuando terminéis de leer el libro tendréis la sensación de que nuestros camaradas vascos tuvieron una importancia decisiva en los acontecimientos en los que estuvo implicada la Falange, y que la participación de Manuel Valdés Larrañaga (Palma de Plata), Juan Antonio Ansaldo, Juan Manuel Aizpurúa o José Luis de Arrese por citar algunos, trasciende bastante más allá de lo que nos pudiéramos imaginar.
Las famosas tertulias en el café “Lión D´or” de Bilbao, contaban con un nivel intelectual muy por encima de cualquiera otra que se celebrara en su momento en dicha ciudad, y nos desvela que -a pesar de los que nos quieran vender estos progres en su famosa “desmemoria histórica”-, los falangistas contaban, además de con una Primera Línea a la que nadie ganaba en arrojo y valentía, con una serie de intelectuales de primerísimo orden.
Tendréis la oportunidad de recordar –por si alguno lo ha olvidado- la participación del “maestro” Juan Tellería (vasco) que puso música al Cara al Sol; que Rafael Sánchez Mazas (vasco) escribió la “Oración por los Caídos de La Falange”; o que el camarada Néstor Fernández Manzanos, famoso sastre vasco (posteriormente asesinado) fue el primero que confeccionó las camisas azules de la Falange.
Se describen con todo tipo de detalles, muchos de ellos hasta ahora inéditos, los frecuentes viajes que los miembros de la Junta de Mandos de la Falange, con JOSÉ ANTONIO al frente hicieron a Vascongadas
Los encuentros que mantenían con Manuel Carrión, Jefe Local de San Sebastián, y que fue asesinado, acribillado a balazos, convirtiéndose en el Primer Caído de la Falange en Vascongadas. Asesinato que no quedó “impune” por la respuesta diligente de nuestros camaradas, como bien se describe en el libro.
El asesinato del camarada Carrión no fue el único que se produjo en las filas nacionalsindicalistas antes del estallido de la Guerra Civil, y desde el primer momento, las trifulcas entre los vendedores de los periódicos falangistas y los pistoleros socialistas, comunistas y separatistas se producían un día si y otro también.
Y valiente y sacrificada la actitud de los falangistas a partir de las elecciones de Febrero de 1936, donde se intensifica la persecución, se cierran los locales falangistas y se prohíben sus actos públicos. Algo que casi ochenta años después empieza a “sonarnos”.
Pero nada parecido a lo que sufrieron a partir del 18 de julio de 1936, una vez producido el Alzamiento que sólo triunfó en Álava, y que dio con los huesos de los falangistas en la checa de turno, en el buque prisión correspondiente, o en la cuneta de cualquier carretera a las afueras de Bilbao o San Sebastián, cosidos a balazos por aquellos “demócratas” republicanos..
JOSÉ LUIS JEREZ nos describe con todo tipo de detalles, el calvario por el que pasaron en el barco-prisión “Cabo Quilates” o el “Altuna Mendi”, sin olvidar las matanzas en “El Carmelo de Begoña” o en el “Convento de los Ángeles Custodios”.
Y también nos cuenta, cómo los camaradas que habían logrado escapar de las garras republicanas y separatistas empezaron a ser encuadrados en las famosas Centurias del Batallón de Flandes, obteniendo la I Centuria, mandada por el teniente Tristán Falcó, la Medalla Militar Colectiva, y participando de forma activa y decisiva en la ruptura del frente de Vizcaya, en la famosa batalla de Brunete, y en la tomas de Santander y de Gijón.
O cómo fue dos veces Laureada la Centuria “La Calavera”, mandada por Evaristo de Churruca y Zuribiria, Conde de Motrico y Medalla Militar Individual y Colectiva, o como el Alférez falangista Hilas Lastra de la I Brigada de Navarra es el primero en izar la Bandera Nacional y la de la Falange en Bilbao tras ser ocupada la ciudad.
Me quedo con la dedicatoria que José Luis Jerez hace en el libro hablando del presente: “A los que caerán con honor por defender la integridad de la Patria “.
Pido a Dios que no me prive de ese Honor.
MANUEL ANDRINO