¿Qué es la ideología de género?
Vivimos tiempos complicados donde los pilares de la civilización Occidental están siendo removidos, las bases judeocristianas de Europa y Occidente están siendo negadas, mientras los nuevos conceptos del marxismo cultural y de la ideología de género están siendo impuestos en las políticas de la mayoría de sus países. Nunca en la historia de la humanidad, se había logrado imponer a extremos como los que hoy empezamos a vivir, una ideología con pretensiones de destruir al ser humano en sus bases ontológicas y crear una nueva civilización de seres mutantes capaces de redefinirse y reinventarse al capricho objetivo de cada individuo.
La ideología de género es una ideología política de corte neomarxista y sesgo totalitario, que defiende que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de la obviedad anatómica y biológica, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son construcciones culturales y convencionales, que responden a roles y estereotipos que a lo largo de la historia la sociedad ha ido creando. En torno a este discurso se desarrolla toda una maquinaria sociopolítica que por los intereses que ahora mencionaremos, actúa como ideología impuesta en muchos países, e incluye multas e inhabilitación profesional a quienes se opongan o la critiquen. Esta pseudo teoría ideológica a sido orquestada por el gran capital y las oligarquías del globalismo, de forma que se sustituyó la vieja lucha de clases por la lucha de sexos, y la lucha contra el capitalismo burgués por la lucha contra el sistema familiar tradicional mantenedor de una hegemonía patriarcal y opresora. ¡¡¡Que disparate!!!
Dicho termino (Género) fue acuñado en la Cuarta Conferencia Internacional de la Mujer que se efectúo en Beijing, en el año 1995, en dicha conferencia se decidió sustituir el término «mujer» por el de «género», esto significa que la sociedad asume y dictamina que roles, que forma de comportarse, que actividades son las correctas en los hombres y en las mujeres. La ideología de género, nacida del feminismo radical, se impuso a nivel mundial y los lobbies «consiguieron imponer a los países miembros el compromiso de incorporar la “perspectiva de género” en todas sus políticas y medidas legislativas», según afirma María Lacalle licenciada en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas y Doctora en Derecho. experta en políticas pro-vida y pro-familia.
Citando a María Lacalle, esta ideología y ley de género muestran «una concepción del ser humano según la cual la identidad sexual es una variable subjetiva de cada persona. Es como si cada uno pudiera inventarse a sí mismo: la naturaleza no cuenta, cada uno hace lo que quiere porque la libertad se concibe como una fuerza omnipotente y autocreadora. El deseo de cada uno se convierte en motivo suficiente para pretender alterar la realidad».
Según Lacalle, uno de los objetivos del feminismo de género es acabar con la familia, a la que considera «la principal fuente de opresión de la mujer»: «Estamos asistiendo a una transformación radical del Derecho de Familia, que ya no la protege, sino que la crea, la inventa. Es la ley, sin ninguna consideración a la realidad natural, la que decide qué es el matrimonio, qué es la familia y qué es la paternidad».
Con este nuevo paradigma ideológico y jurídico asumido por la mayoría de las sociedades se determina que cada persona, en su ejercicio de libertad individual puede decidir, cambiar y volver a definir su «género» ,aunque con este comportamiento se violenten contra «natura» la biología personal y las creencias y normas de la cultura.
Los lobbies LGBTI, los movimientos radicales feministas, la ultraizquierda y otros movimientos de la subcultura pseudo izquierdista, son los responsables de contaminar con esta forma de pensamiento, nuestra cultura tradicional presentando a la misma como machista, sexista, heteropatriarcal, homofóbica, discriminatoria y fascista. En España el comienzo de esta nefasta deriva comenzó a concretarse con La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Fue el primer proyecto que el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero llevó al Congreso en 2004; esta lumbrera de la política es el responsable, junto a otros, de este peligroso despropósito, que ha recogido y amplificado el gobierno de Pedro Sánchez estableciendo una verdadera «moral de Estado», una ideología de valores antirreligiosos y laicistas que los niños en la escuela tendrán que asimilar y estudiar en un adoctrinamiento obligatorio.
Esto es posible porque la administración educativa española integra la ideología de género en el diseño y desarrollo curricular de las diferentes etapas educativas, agravándolo en las diferentes comunidades autónomas donde además se tergiversa la historia y se crea un sentimiento antiespañol. Los centros escolares pasan a concebirse y a convertirse en vehículos de transmisión de la ideología de género.
Este entramado ideológico, es el contenido del adoctrinamiento diabólico que junto con la educación escolar trasmiten los medios voceros del plan globalista (televisión, periódicos, etc.) que son financiados y controlados por el gran capital y las oligarquías que buscan crear una humanidad desnortada, desubicada, controlada, obligada a vivir en sociedades multiculturales, destruyendo así las distintas identidades culturales y nacionales, sus esencias, sus creencias, su soberanía. Todo por la lógica de los mercados y el beneficio, fruto de la explotación del hombre por el hombre. Este es el planteamiento filosófico masón del liberalismo que manipula, controla y financia a la anacrónica izquierda y a la débil y cobarde derecha. Dicho planteamiento pretende acabar con la familia, con la Iglesia, con la cultura española y europea, con nuestros cimientos cristianos, enfrentando a hombres y mujeres, desnaturalizando su relación biológica- natural.
La Falange, que siempre ha aceptado las diferencias entre los seres humanos sin establecer un criterio de superioridad o inferioridad y que nunca ha hecho distingo de raza, sexo, ni clase social defiende la dignidad de todas las personas, siendo esta dignidad uno de los atributos trascendentes del espíritu humano. Es por esto que estamos en contra de la ideología de género y no aceptamos su perverso afán clasificatorio, discriminativo, ambiguo, que perturba gravemente el desarrollo natural del ser humano.
La Falange está atravesada por el personalismo humanista, no contraponemos revolución espiritual a revolución material fecunda que no esté enraizada y orientada espiritualmente…el trabajo revolucionario es mostrar al mundo, en principio, que el fin último de nuestra revolución, es la aceptación de una responsabilidad y la voluntad de una superación,…y también el de educar desde ahora en una acción responsable y libre tanto a mujeres como a hombres.
Esta aceptación de la responsabilidad de superación revolucionaria contempla un análisis crítico de los arquetipos de la ideología de género subrayando su naturaleza inestable, en tanto que resultan del deseo de eliminar y forzar una realidad biológica natural. La Falange supera el conflicto entre sexos, como forma de ver a la mujer y al hombre como el «otro» como el enemigo. Superando así el concepto liberal de «individuo´´ y el infantilismo revolucionario de la caduca izquierda.
En un próximo artículo comentaremos la aberrante «ley trans». Aquí Irene Montero y UNIDAS PODEMOS han presentado un alucinante y diabólico proyecto que supera los límites de la razón.
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
Fuente: La Falange de Barcelona
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