El pasado viernes, 13 de noviembre, tuvo lugar en las X Jornadas de la Disidencia (organizadas por Ediciones Fides), la presentación del libro «Alarde Nacional-Sindicalista. La historia de la Falange en Vascongadas» del camarada, insigne historiador, José Luis Jerez, donde nuestro Jefe Nacional, Manuel Andrino, como prologuista del libro, acompañó al autor.

 

Extractos del prólogo pronunciado por Manuel Andrino, Jefe Nacional de La Falange, en la presentación:

El otro día en el Cementerio de Paracuellos, José Luis Jerez, junto a la cruz que recuerda a Alejandro Salazar, Jefe Nacional del SEU asesinado en aquel mismo lugar, me decía que «la ignorancia, además de atrevida, es un síntoma de desidia», y por eso los falangistas se merecen conocer con todo tipo de detalle, lo que pasó al amparo y bajo aquellas banderas rojas y negras cubiertas de sangre y pólvora.

Nuestros camaradas vascos tuvieron una importancia decisiva en los acontecimientos en los que estuvo implicada la Falange, y que la participación de Manuel Valdés Larrañaga (Palma de Plata), Juan Antonio Ansaldo, Juan Manuel Aizpurúa o José Luis de Arrese por citar algunos, trasciende bastante más allá de lo que nos pudiéramos imaginar.

Las famosas tertulias en el Café «Lion D´or» de Bilbao, contaban con un nivel intelectual muy por encima de cualquiera otra que se celebrara en su momento en dicha ciudad, y nos desvela que -a pesar de lo que nos quieran vender estos «progres» en su famosa «desmemoria histórica»-, los falangistas contaban, además de con una Primera Línea a la que nadie ganaba en arrojo y valentía, con una serie de intelectuales de primerísimo orden.

José Luis Jerez nos describe con todo tipo de detalles en el libro, el calvario por el que pasaron en el barco-prisión «Cabo Quilates» o el «Altuna Mendi», sin olvidar las matanzas en «El Carmelo de Begoña» o en el «Convento de los Ángeles Custodios». O cómo, fue dos veces Laureada la Centuria «La Calavera», mandada por Evaristo de Churruca y Zuribiria, Conde de Motrico y Medalla Militar Individual y Colectiva; o como el Álferez falangista, Hilas Lastra, de la I Brigada de Navarra, es el primero en izar la Bandera Nacional y la de la Falange en Bilbao tras ser ocupada la ciudad.

Me quedo con la dedicatoria que José Luis Jerez hace en el  libro hablando del presente: «A los que caerán con honor por defender la integridad de la Patria. Pido a Dios que no me prive de ese Honor».