Ayer pudimos comprobar una vez más, la catadura moral, rastrera y traidora de esta chusma política que nos lleva gobernando desde el año 76 hasta nuestros días.
En este caso el canalla se llama Moratinos, y durante la etapa del gobierno del Zapatero, ocupó la cartera de Exteriores, haciendo que el nombre de España se arrastrara como pocas veces se ha visto a lo largo de la historia.
Pues bien, esta rata que se permitió en su momento sentar en una mesa de negociación, de igual a igual, a la representación de Gibraltar y a las de España y Reino Unido, ha cometido una felonía mas, y en una conferencia celebrada ayer, en compañía de ese pirata que tiene el título de ministro principal de Gibraltar, ha pedido al gobierno español que se deje de tonterías y hable con las «autoridades gibraltareñas» para intentar atajar de alguna manera la utilización ilegal que se hace de sus aguas por contrabandistas y demás delincuentes.
Este Moratinos no se da cuenta el muy imbécil, o si, dados los negocios a los que se dedica, que precisamente son las autoridades del Peñón, las mas beneficiadas de la actividad ilegal que se desarrolla en las aguas del estrecho, y que «su policía» impide una y otra vez a las patrulleras de la Guardia Civil, el que intercepten las planeadoras de narcos o contrabandistas.
No nos extraña que si éstos han sido los «ministros del Reino de España», el que ocupa la cabeza del escalafón, se haya dedicado a la traición y al ladrocinio desde el día siguiente a su coronación.