2 de noviembre de 1933 > José Luís de la Hermosa, contaba con 15 años de edad, caído en Daimiel (Ciudad Real) por replicar en un mitin socialista al secretario de la Casa del Pueblo, Cañizares, y le recuerda la matanza de Casas Viejas. Varios socialistas se abalanzan sobre él y le asestan varias puñaladas.
8 de diciembre de 1933 > Se produce una colisión en Zalamea de la Serena (Badajoz) entre miembros del partido Radical y Falange Española. Suenan disparos y cae muerto Juan Jara.
26 de diciembre de 1933 > Tomás Polo Gallego cae en Villanueva de la Reina (Jaén) al ser agredido por un grupo marxista. Uno de los atacantes lo apuñala por la espalda y huye.
1 de enero de 1934 > Atentado en Valderas (León) contra el jefe provincial de Falange Española, Nemesio García Pérez. Recibe cinco balazos de un grupo socialista oculto en la carretera que le hace veinticuatro disparos.
11 de enero de 1934 > Frente al cine Alcázar, en la calle madrileña de Alcalá, esquina a la de Sevilla, matan de un disparo por la espalda a Francisco de Paula Sampol Cortés, mecánico de la Telefónica y estudiante de 22 años.
13 de enero de 1934 > Atentado en Eibar (Guipúzcoa) contra José María de Oyarbide, que recibe cinco balazos de un grupo socialista.
18 de enero de 1934 > Varios jóvenes de Falange son perseguidos por un grupo en Zaragoza. Un pistolero dispara por la espalda cuatro tiros al estudiante del S.E.U. Manuel Baselga de Yarza y le atraviesa un pulmón con dos de ellos.
27 de enero de 1934 > Asesinan en Madrid al encargado de venta del diario “La Nación”, Vicente Pérez Rodríguez, en la calle Clavel, cuando actúa como capataz de venta del semanario F.E.
9 de febrero de 1934 > Al mediodía, en Madrid, es asesinado de cinco balazos, cuando iba camino de su domicilio, tras participar en la venta del semanario F.E., el estudiante de Medicina, jonsista y cofundador del S.E.U., Matías Montero y Rodríguez de Trujillo, de 20 años de edad, por el afiliado a las Juventudes Socialistas Francisco Tello Tortajada, que le dispara dos tiros por la espalda en la calle Juan Álvarez de Mendizábal y, ya caído en el suelo, tres en el vientre.
4 de marzo de 1934 > El estudiante de Medicina Ángel Abella García, de 18 años, es salvajemente agredido por un grupo de ocho individuos con una barra de hierro, en la calle Zapico de Valladolid, esquina a la Plaza de los Arcos, al creer que es falangista y queda gravemente herido. Fallece el día 6 de marzo.
8 de marzo de 1934 > En Madrid, en la calle Fuencarral, se origina por la venta del nº9 del semanario F.E., una batalla campal donde hay seis heridos por disparos, entre ellos Ángel Montesinos Carbonell, dependiente de comercio, que queda muy grave. Pasadas unas horas, ya 9 de marzo, fallece a consecuencia de las heridas recibidas.
23 de marzo de 1934 > Es herido gravemente de un balazo, que le atraviesa la femoral, en la calle Augusto Figueroa de Madrid, el joven de 15 años de edad, Jesús Hernández Rodríguez de Oviedo. A causa de las heridas recibidas, muere el día 25.
10 de junio de 1934 > A las doce de la mañana, en Madrid, son agredidos seis o siete falangistas por un grupo numeroso de socialistas en los montes de El Pardo, en el lugar conocido por Valdemarina, quedando cuatro en el suelo. Resulta muerto Juan Cuéllar Campos, de 18 años, a consecuencia de dos heridas de arma blanca en los labios y otras dos de fuego en el costado.
- Hasta la fecha, la Falange no había tomado represalia alguna, a pesar de contar con los caídos antes nombrados y con centenares de heridos en sus filas. A partir de junio de 1934 la situación cambió, tocaba defenderse de los agresores. El panorama empeoraba por momentos y nuestros adversarios, nuestros enemigos, no escondían sus verdaderos propósitos.
El 14 de febrero de 1934 > El periódico ABC de Madrid, publica una nota que José Antonio Primo de Rivera había escrito el día anterior en el tercer número de F.E. Expresaba:
“Falange Española aceptará y presentará siempre combate en el terreno en que le convenga, no en el terreno que convenga a los adversarios. Entre los adversarios hay que incluir a los que, fingiendo acucioso afecto, la apremian para que tome las iniciativas que a ellos les parecen mejores. Por otra parte, Falange Española no se parece en nada a una organización de delincuentes, ni piensa copiar los métodos de tales organizaciones, por muchos estímulos oficiosos que reciba…”
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Fuente: ANIQUILAR LA FALANGE. Cronología persecutoria del Nacionalsindicalismo, por Francisco de Asís de la Vega Gonzalo
CAÍDOS POR DIOS, ESPAÑA Y LA REVOLUCIÓN NACIONALSINDICALISTA
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