El efecto llamada que se está haciendo desde amplios sectores reconocibles por su «buenismo» y su estupidez compulsiva, hacen que otros miles estén esperando en territorio marroquí para hacer lo mismo.
Y mientras, la proabostista Delegada del Gobierno en Madrid, reconociendo que en pleno centro de la capital hay un problema de residencia de miles de extranjeros en situación ilegal, irregular y peligrosa, y que como única solución al problema se la ocurre, el que los españoles que queremos defender la integridad de nuestra Patria, no podamos salir a la calle y se nos prohíba el acercarnos a esos guetos en pleno siglo XXI, para no perturbar a los pobres «ilegales».
Pues no, esa no es la solución y el sábado vamos a estar en Lavapiés para que todos los españoles sepan lo que se ha permitido durante muchos años y el cómo se ha utilizado con demasiada frecuencia por esta corrupta clase política el problema de la inmigración hasta convertirlo en una verdadera invasión.