En la mañana de hoy, La Falange (FE) ha presentado en los juzgados de guardia de la Plaza de Castilla de Madrid, denuncia por los sucesos acaecidos el pasado domingo día 18 en la Plaza de Oriente de Madrid, cuando un grupo de mujeres con el torso desnudo, intentó «reventar» el acto que allí se estaba celebrando.
Estas «pelanduscas» que pertenecen a un grupo subvencionado por los «de siempre», asaltó el escenario donde se iban a producir distintas intervenciones una vez finalizada la manifestación que La Falange (FE) había convocado contra esa basura de ley, llamada de memoria histórica.
Las fuerzas de seguridad del estado, jugando el papel de auténtica «guardia de asalto» de este nuevo Frente Popular, lejos de impedirlo, protegió a estas delincuentes y aporreó a nuestros militantes, incluido nuestro Jefe Nacional, y detuvo a un destacado militante de Democracia Nacional.
Y no contentos con ello, todo el aparato mediático que rodea a esta clase política, ha puesto en el punto de mira al camarada Manuel Andrino, utilizando de forma babosa, rastrera y machista, manipulando unas imágenes captadas durante los incidentes, donde nuestro Jefe Nacional, aparta a una de estas «desgraciadas», intentando alejarla del público, ante la inacción manifiesta de los policías allí presentes. Claro que no les interesan esas otras imágenes donde a nuestro Jefe, o a nuestros camaradas se les aporrea con golpes prohibidos en el cuello o en la cabeza, o cuando esos mismos agentes cogen a las «activistas semidesnudas» del pecho, del brazo o de donde pueden, para que el incidente no trascienda más allá.
Lógico, no las van a arrastrar por los tobillos. Exactamente lo mismo que hicieron los camaradas encargados del orden del acto.
Parece que hay muchos intereses que se coordinan conjuntamente para intentar silenciar o distorsionar la voz de la España que ya está harta de este putrefacto sistema y que se empieza a organizar para derribarlo. No importa, cada uno de sus abusos y mentiras es una muestra más de su debilidad y una invitación para seguir haciéndoles frente.