El Instituto Nacional de Estadística ha publicado las cifras sobre población -nacimientos y defunciones- del 2017 . Y han pasado sin pena ni gloria por los medios de comunicación, pero los datos son alarmantes.

Nos encontramos delante del peor descenso de población desde que se tienen datos. Los nacimientos han descendido hasta ser la peor cifra de los últimos 20 años pese a engordarse un 20% con los hijos de madres extranjeras. El promedio de las españolas es de 1.25 hijos y la edad para ser madre aumenta hasta los 32 años siendo la más alta registrada. En definitiva, al no existir relevo generacional, la misma supervivencia de España como comunidad está en peligro.

319.930 nacimientos: un 4.5% menos que el año anterior y la peor cifra de los últimos 20 años.

8.4 nacimientos / 1000 habitantes: la peor cifra desde que se tienen datos -1975-

La población ha descendido en 31.245 siendo de largo el peor dato histórico registrado.

La edad media para ser madre es de 32.1 años, la más alta también de la historia.

La edad para contraer matrimonio aumenta hasta los 38 años para hombres y los 35 para mujeres

El promedio de hijos se ha reducido a 1.25 por madre.

Y mientras se registran 100.000 asesinatos de no nacidos al año (casi 275 abortos al día).

Las dramáticas cifras demuestras que formar una familia y ser padres no «está de moda» en la estúpida sociedad de hoy. Los que tienen el poder de moldear a las nuevas generaciones han obtenido una nueva e importante victoria. Los nuevos españoles hace tiempo que relegan a un papel secundario la Familia; muy por detrás del ocio y el consumo. En esta concepción material y consumista los hijos son un problema; Y se hace imprescindible hacer del dinero tu religión.

Casi nadie dedica su juventud a formar una familia, primero «hay que vivir», dicen que siempre habrá tiempo para eso y al final, cuando se acerca la edad límite, los más «valientes», al ver con envidia la felicidad que tienen los que sí han formado una familia, tienen 1 hijo para probar…

Han reducido nuestra realización personal a conseguir un trabajo que nos proporcione un sueldo suficiente para poder tener ocio. Ocio que más que disfrutarlo hemos de publicitar a nuestro entorno, siendo los mejores y más rentables agentes comerciales. «Matrimonio e hijos» eso debe ser de pobres, fachas o extranjeros.

Hay que reconocer que la globalización casi ha acabado con la Fe y con el sentimiento de Patria. La Justicia sólo nos mueve si los perjudicados somos nosotros mismos; Y así, como individuos egoístas, qué lugar va a tener la Familia.

Nos hacen creer los más listos, los más libres, más importantes que Dios,… pero en verdad somos esclavos de los que manejan el dinero y la felicidad que tanto ansiamos no está en lo que buscamos.

Todo este proceso planificado nos lleva al suicidio colectivo como Nación, y la muerte de los valores de Verdad, Bien Común y Justicia. Pero este incierto futuro puede ser también el inicio de un cambio definitivo. Cada vez somos más los que hemos descubierto la estafa y nos organizamos para destaparla. Al seguir con la bandera alzada, mantenemos para España viva la esperanza.