Sr. D. Francisco Javier Varela Salas, Jefe del Estado Mayor de la Defensa:
La pasada semana leyendo la prensa me enteré de una noticia que me produjo, por una parte, una sensación de pena inmensa, y por otra, un sentimiento de asco infinito. Me refiero al mensaje publicado en la cuenta oficial de Twitter del Ejército de Tierra el pasado día 19 de julio, alusivo a la publicación de la efeméride del 18 de Julio de 1936. Dicho efeméride era calificaba acertadamente como “alzamiento cívico-militar”, en el que participó la mayor parte del Ejército, mereciendo ser recordado por ser un día importante (importantísimo diría yo), en la historia de España. No obstante lo cual, y ante las protestas de los partidos de izquierda como PSOE, Podemos y otras malas hierbas, el Ejército publicó el referido Twitter de marras, en el que reconocía la autoría de la publicación de la efeméride, como quien reconoce la comisión de un grave delito, y lo que es peor y absolutamente vergonzoso, consideraba ese hecho como un error y pedía disculpas por ello.
Dicho lo cual no puedo por menos que preguntarme: ¿Cómo se puede caer tan bajo por parte del Ejército?, ¿A qué niveles abismales de indignidad ha llegado que, ante la protesta de la izquierda presuntamente española, antimilitar por naturaleza, pide disculpas por afirmar una verdad histórica irrebatible como fue el carácter cívico-militar del Glorioso Alzamiento Nacional?, ¿O es que acaso no eran civiles los millones de españoles que lo apoyaron desde el primer momento, alistándose cientos de miles de ellos no sólo en las columnas del Ejército, la Marina y la Aviación, sino también en las heróicas banderas de la Falange y en los aguerridos tercios del Requeté?.
Puede estar seguro, Sr. Varela Salas, que con ese tipo de actuaciones, indignas de la Institución castrense a la Ud. representa no hacen otra cosa sino socavar gravemente el prestigio y la honorabilidad del Ejército. Si ilustres generales, partícipes en la Guerra de Liberación Nacional, empezando por el Generalísimo Franco, y siguiendo por Mola, Varela, Yagüe, Queipo del Llano, Aranda, Kindelán, y un largo etcétera levantaran la cabeza se avergonzarían del bochornoso Twitter, produciendo vergüenza ajena en cualquier español bien nacido ver cómo se piden disculpas por recordar una fecha gloriosa en la historia de España, comienzo de una sangrienta guerra que evitó la caída de nuestra Patria en las garras del comunismo.
Quien estas líneas escribe es un español de a pie, orgullo de serlo y de haber hecho la famosa “mili” en una época, finales de los años 80, en la que era bastante fácil librarse de ella, mediante el recurso indigno de la insumisión o de la prestación social sustitutoria. Realicé el servicio militar entre 1988 y 1989 en la Base Áerea de Zaragoza. Y gracias a Dios mi estancia en ese recinto militar no coincidió con la de su antecesor en el cargo, Sr. Julio Rodríguez Fernández, modelo de bellaquería y desvergüenza donde los haya. Afortunadamente no tuve que cuadrarme ante un personaje de una catadura moral tan baja.
Para despedirme, simplemente quiero manifestarle mi deseo de que el otrora glorioso Ejército español no se vea limitado a cumplir el ridículo papel de Ejército de opereta, dispuesto a someterse a cualquier tipo de humillación, por deshonrosa que ésta sea, sino que se erija realmente en la columna vertebral de la Patria, defendiendo la integridad territorial de España, así como su soberanía e independencia.
Le saluda atentamente
Fdo. Jesús Lanzas. Delegado Nacional del Sindicato TNS.
Madrid, 27 de Julio de 2017