La Unión Europea vuelve a dar otro palo a la soberanía española con la resolución a favor de la demanda del terrorista Otegi, contra la sentencia de la Audiencia Nacional que le condenaba por el intento de reconstruir Batasuna como parte del entramado de ETA. No es la primera vez, ni nos tememos que sea la última, que el Tribunal de Estrasburgo se erige en defensor del entramado de ETA y sus militantes, la mayoría de ellos defendidos por la inefable Jone Goirizelaia, protagonista de numerosos procesos vergonzosos en Europa y España donde los terroristas han salido exitosos.
Además de suponer otro atropello a la soberanía española, las víctimas de ETA tienen que soportar el consiguiente escarnio no sólo de la resolución favorable a Otegi, sino de soportar a este energúmeno en los medios de comunicación soltando barbaridades como que si “en España queda demostrado que no hay democracia ni justicia”; nos preguntamos si a los que asesinaron durante décadas las tuvieron, cuestión que también podríamos preguntar a los que secuestraron y torturaron de la manera más miserable o a las cientos de miles de vascos que se vieron forzados a abandonar su tierra. Cuesta creer que semejante ejercicio de cinismo tenga cabida en las instituciones europeas, pero así es. Es más que manifiesto el desastre de esta Unión Europea incapaz de solucionar las demandas esenciales de los europeos que exigen integridad territorial, seguridad y control exhaustivo de las fronteras.
Es por ello, como venimos insistiendo desde la entrada en esta unión ultraliberal y contraria a los intereses de los europeos, que España no puede permitir ni un minuto más permanecer en esta unión que refugia y tolera a nuestros enemigos, se salta los principios de soberanía y permite toda clase de insultos y menosprecios a España y los españoles.
Pero si es verdad que la Unión Europea se manifiesta siempre en contra de los intereses españoles, nos repugna más la actitud de nuestro gobierno. Un gobierno incapaz siquiera de salir a la palestra y protestar contras estas y otras resoluciones por estar más preocupado de la imagen del Presidente del Gobierno y su mantenimiento a toda costa al frente del Palacio de la Moncloa, que de defender nuestros intereses, ni en el sangrante caso que nos ocupa pues está en solfa la dignidad de todas las Víctimas de ETA y, por consiguiente, de la misma España.
Los españoles tienen el año que viene la oportunidad de revertir esta situación con la Coalición ADÑ que, sin duda y por encima de otras formaciones surgidas «casualmente» por ex militantes del PP, ofrece un serio contraste contra las políticas de Estrasburgo.
De momento tenemos la siguiente cita en Valladolid el 10 de Noviembre a las 18:00 h. en el Hotel NH Ciudad de Valladolid. Os esperamos.