Soy partidario de una reforma en el sentido de garantizar la unidad nacional, es más, son tantas las modificaciones que necesita la constitución de 1978 que sería mejor derogarla, enterrarla y hacer una nueva. Tan convencido estoy de esto como de que, desgraciadamente, la reforma constitucional que nos están preparando es precisamente para darle más competencias, dinero y poder a las autonomías y por lo tanto al separatismo, y ahora explicaré por qué.
Pero primero es fundamental recordar que todo lo que ocurre no es por una mala interpretación de la Constitución de 1978 o un error en su cumplimiento, sino porque la Constitución de 1978, diseñada por liberales, socialistas, comunistas y separatistas, se hizo precisamente para llevarnos a este punto en el que nos encontramos de una nación destruida en todos los ámbitos.
Siempre he dicho que la Constitución de 1978 con sus 169 artículos, 4 disposiciones adicionales, 9 disposiciones transitorias, 1 disposición derogatoria y otra disposición final, tiene dos partes bien diferenciadas: La de los artículos buenos para España que no se cumplen, porque el sistema no quiere que se cumplan, y los tóxicos para España que se cumplen todos. No hay tiempo para mencionar unos y otros, pero todos los conocemos.
Decía que el problema que nos ocurre es que la reforma constitucional que nos van a colar será aún peor porque ningún partido con representación parlamentaria va a abogar por una reforma en la defensa de España, y eso es lo que nos deberíamos preguntar ¿Quién falla aquí?
Porque si gran parte de los españoles, me atrevería a decir que la mayoría tras lo ocurrido en Cataluña, quiere una reforma constitucional para garantizar la unidad nacional, y todos los partidos con representación opinan lo contrario, ¿Qué narices hacen los españoles votando durante 40 años a los políticos que en el tema fundamental de la nación, que es su existencia, hacen todo lo contrario de lo que quieren sus votantes?
Por lo tanto, no miremos al Congreso de los Diputados o a las sedes de los partidos buscando culpables de lo que ocurre. El culpable es el pueblo español que lleva 40 años dando cheques en blanco a unos partidos que le roban en todo. Le roban materialmente con la corrupción y le roban el pasado el presente y el futuro, ya que destruir una nación, bien con declaraciones unilaterales de independencia, o con reformas constitucionales como las que nos van a colar, es acabar con el pasado, el presente y el futuro de la Patria.
Porque estos últimos meses, en nuestras conversaciones políticas que todos hemos tenido por el tema de la independencia de Cataluña, o incluso en este mismo programa, hemos escuchado a multitud de españoles que exigen un cambio radical en la política de España, sobre todo lo relacionado con su unidad, pero casi nadie está dispuesto a cambiar un ápice ni en su comportamiento, ni en su sacrificio, ni en su compromiso, ni siquiera en su voto para que se produzca este cambio que reclaman.
Y les pregunto, ¿cómo van a cambiar las cosas a mejor en España, si a quienes se la suda España o directamente la odian, y por tanto nada van a cambiar porque están encantados en la situación actual, es decir todos los partidos del sistema, van a seguir en sus puestos?…Y van a seguir en sus puestos porque quienes dicen que quieren cambiar la situación, entre ellos ustedes, oyentes de este programa, no hacen nada para que se produzca ese cambio.
En ustedes está la solución, pero también ustedes, con su dejación y pasividad, serán culpables de que todo siga igual o peor.
@MasRazonqUnSant
@sindicatotns
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