En un nuevo intento por intimidar, asustar y coaccionar a los pocos que estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre por la sagrada Unidad de ESPAÑA, el juzgado de instrucción nº 26 de Barcelona, acaba de hacer llegar a nuestros servicios jurídicos el auto que pone fin a la fase de instrucción por la denuncia interpuesta por una denominada «fiscalía contra el odio», contra nuestro Jefe Nacional, camarada Manuel Andrino y contra el Presidente de A.N., Pedro Pablo Peña.

Se ve que les ha parecido «poca cosa» la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid contra, entre otros, nuestro Jefe Nacional por los sucesos ocurridos en ese estercolero llamado «Blanquerna», y ahora pretenden, al dictado de la situación política de ruptura que se vive en Cataluña, silenciar a quienes llevan muchos años de militancia, y muy «activa», y son un referente para quienes no se dejan doblegar ni por «modas», ni por el «aparato represivo» que lanza todos sus medios contra ellos.

Según la Magistrada que firma el Auto, los discursos pronunciados aquel 12 de Octubre de 2013 en Barcelona suponen una «provocación al odio, la violencia o la discriminación» y un «delito de injurias graves con publicidad dirigidas contra Instituciones del Estado».

Esos mismos jueces y fiscales que miran hacia otro lado al dictado de la política separatista, son los que no hacen cumplir la Ley de Banderas o las sentencias del Tribunal Supremo o el Constitucional sobre el uso del castellano en Cataluña y no abren diligencias de inmediato, por ejemplo, ante la votación realizada ayer en el Parlamento de Cataluña para «desconectar» con el Estado, desoyendo las voces de sus propios asesores legales.

Eso si que es incitar al odio y a la violencia de una parte de España contra el resto. ¿Qué va a hacer usted, señora Jueza?. Nada, suponemos que callar para intentar «recolocarse» en una futura justicia independentista.

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