La corrupción generalizada que afecta a la derechona liberal de este país, encarnada en el PP, no es sino una muestra más de que este sistema capitalista, materialista, progre, buenista y estúpido, es en sí mismo, y en su propia naturaleza, corrupto hasta las entrañas, y que vive y subsiste precisamente en base al ladrocinio que practican los partidos políticos que dicen representar la libertad, la igualdad y la fraternidad, en esta llamada «democracia», que no es mas que un estercolero donde chapotean todos estos mangantes de uno u otro signo político.
Si tuviera un poco de verguenza o decencia, no ya política, sino personal, este corrupto de Mariano Rajoy, y su brazo ejecutor en Madrid, o sea, esa «progre-pija» de Cristina Cifuentes, se iban a su puñetera casa, por haber permitido, alentado y fomentado el que la sede de la calle Génova de Madrid, se haya convertido durante varios lustros, en la verdadera cueva de Ali-Babá y sus tropecientos chorizos.
Como antes hicieron en Valencia, en Baleares, en Murcia, o en … donde han podido meter la pezuña en la caja.