Nuevamente y, como viene ya siendo tristemente habitual, los antifascistas protagonizaron un nuevo episodio de violencia extrema.
La Falange de Murcia debe denunciar, en primer lugar, la infiltración de grupos antifascistas en las justas protestas vecinales a favor del soterramiento del AVE, con el fin de instrumentalizar dichas protestas para sus intereses y convertirlas en una suerte de revuelta urbana, que nada tiene que ver con la intención de los vecinos. Los grupos antifascistas sólo entienden la acción política mediante la violencia contra las personas y las cosas, y practicando un terrorismo de baja intensidad que en lo que va de año se ha cobrado ya varias víctimas en la ciudad de Murcia.
En segundo lugar, La Falange de Murcia denuncia que este terrorismo de baja intensidad practicado por los antifascistas se ve estimulado por las campañas de criminalizacion a sus víctimas llevadas a cabo por los medios de comunicación (todo el mundo recuerda el infame comentario de Ana Rosa Quintana justificando la brutal agresión de 12 de estos salvajes contra la joven Lucía, por ejemplo), por el apoyo explícito o implícito de los partidos del sistema (como la moción del ayuntamiento de Murcia para prohibir repartir alimentos a los españoles necesitados impulsada por estos grupos antifascistas), y el escaso interés de las fuerzas del orden por atajar esta lacra que, con frecuencia y violencia crecientes, sufre nuestra capital. En este caso no ha sido sólo un «miembro de la extrema derecha» el agredido, sino también dos agentes de la Policía Nacional, lo que indica que los antifascistas no están dispuestos a detenerse ante nadie para imponer su violencia terrorista.
Por esto, y para evitar que el conflicto del soterramiento termine convirtiéndose en un aquelarre del terrorismo urbano antifascista, al estilo de la «kale borroka», La Falange exige a la Policía y a la Fiscalía la máxima contundencia para perseguir no sólo a los culpables directos de estas agresiones, sino a todo el entramado de colectivos y grupúsculos violentos de extrema izquierda que siembran el terror en Murcia, para acabar definitivamente con esta intolerable situación de indefensión de los ciudadanos, en la que cualquiera puede ser víctima de la violencia extrema de estos salvajes.
Por último, La Falange muestra su apoyo a los vecinos en su protesta por la actual configuración de las obras del AVE y la exigencia del soterramiento de las vías, una protesta justa y justificada.