En la mañana del pasado lunes, tenía lugar el desalojo de la sede del Blocco Studentesco –la sección de las juventudes patriotas italianas de Casa Pound Italia (CPI)-en Roma.

En un país que como en el nuestro, se asignan viviendas sociales a dedo, privilegiando a los extranjeros por encima de los ciudadanos patrios, y es más, en el que pueden ocupar tu casa mientras estás fuera y en el que por supuesto, los cachorros del sistema gozan de su espacio impunemente, nuestros camaradas fueron desalojados violentamente por la policía.

https://tv.ilfattoquotidiano.it/2015/03/23/roma-scontri-tra-polizia-e-militanti-del-blocco-studentesco-durante-sgombero-della/352561/

El pecado de los jóvenes camaradas italianos, no ha sido otro que llevar a cabo en esos 20 m2 sin agua y sin luz, verdadera política de oposición al sistema:  Actividades culturales y solidarias, como por citar un ejemplo, la sistematización de ayuda a los afectados por los terremotos de Los Abruzos y la Emilia Romagna.

La respuesta valiente y pública por parte de CPI ha sido clara y no se ha hecho esperar. En la mañana de hoy, unos 200 militantes de CPI y del Blocco Studentesco, con el propio vicepresidente de CPI, Simone di Stefano, a la cabeza, han ocupado la sede del ayuntamiento de Roma en la que se gestionan las construcciones residenciales, para protestar contra su gestión discriminatoria, concediendo sedes a precios irrisorios a otros partidos y organizaciones religiosas , -permitiendo incluso la morosidad-, mientras se cargan tintas contra los verdaderos patriotas italianos.

La protesta ha servido para recordar el aciago momento en el que vivimos los ciudadanos de Europa, en el que bajo esa bandera cuyas estrellas no representan sino los galones de los intereses ajenos a los europeos, nosotros somos los últimos de la lista en nuestras respectivas Patrias, marginados en pos de una pretendida multiculturalidad que está llevando a nuestras Patrias a un auténtico abismo.

Esa bandera que a ninguna persona que ame a su Patria puede representar, -la de la Unión Europea-, ha sido arrojada por el balcón del edificio a la calle, una calle europea por la que nunca debería haber asomado.

La Falange (FE) no puede sino expresar una vez más, su más absoluta condena a estas acciones bastardas que marginan a los que tendrían que ser los primeros en su país, por derecho y su más sincera solidaridad con los camaradas italianos de CPI.

¡No parar hasta conquistar!