La Audiencia Provincial de Madrid, en un ejercicio más del funambulismo al que nos tiene acostumbrada la llamada «justicia» cuando de juzgar asuntos de La Falange se trata, ha desestimado la querella interpuesta contra el Real Madrid, por la prohibición expresa anunciada en su página web, de la entrada de los símbolos de La Falange en su recinto deportivo.
Y eso a pesar de reconocer los argumentos defendidos por nuestros servicios jurídicos que dejaron bien claro la «discriminación ideológica» respecto al resto de organizaciones políticas y sus símbolos, que no aparecen en ningún momento en dicha prohibición.
El Tribunal, como el Real Madrid, se escudan en un escrito elaborado por una asociación con domicilio en no se sabe donde y que nadie sabe a quién representa, y que solo esconde esta actitud buenista y estúpida que criminaliza a una supuesta «extrema derecha», para impedir a cualquier precio el ejercicio de esa presunta libertad que tanto pregonan y en nombre de la cuál nos denuncian, prohiben, detienen y finalmente encarcelan.
Nos preguntamos el porqué no se prohíbe la entrada a los símbolos del PP, del PSOE, del PCE o de ERC, que representan el asesinato de estado, la corrupción generalizada de sus cúpulas, la defensa de la checa y del tiro en la nuca como instrumento político, y la traición a España y a su sagrada Unidad.
Pues porque son el mismo dichoso perro con el mismo pulgoso collar.