El Sindicato Español Universitario rindió el anual homenaje al estudiante Matías Montero, asesinado por pistoleros socialistas un 9 de Febrero de 1934.
En el mismo lugar donde su sangre fue derramada para ser semilla y germinar en los corazones de nuevos falangistas, los estudiantes de hoy le recordaron con una placa, cinco rosas y la oración a los Caídos.
También tomó la palabra el Jefe Nacional del S.E.U. en el que, quién sabe, puede ser el último homenaje «autorizado» antes de la aprobación de la nueva ley de memoria histórica. Nos recordó que el mayor patrimonio de La Falange son sus caídos, y su ejemplo que puede parecer sólo histórico sigue hoy siendo más que actual y sólo hace falta recordar al falangista Víctor Laínez recientemente asesinado en Zaragoza.