Este fin de semana en Francia el gobierno cruzó un nuevo límite: utilizar el ejército contra su pueblo.
Mientras las manifestaciones contra el pase de vacunación se acentúan, Macron y sus perros del sistema han decidido utilizar todos los medios para privar al pueblo francés del derecho a defender su libertad.
Para recordar a día de hoy, la vacuna es obligatoria en Francia para ir a restaurantes, viajar, trabajar en casi todas las profesiones y todos los campos, o incluso, para los niños que están escolarizados. Con las medidas sanitarias cada vez más restrictivas, un movimiento popular se puso en marcha. Se organizaron varios convoyes de vehículos desde las provincias hasta la capital, París. A la llegada a los Campos Elíseos, los blindados esperaban a los manifestantes. La policía fue muy violenta para intentar dispersar a la multitud, pero fue en vano. Hay que lamentar numerosos heridos.
¿La demanda de los manifestantes? Tener derecho a tomar una decisión que afecte a su salud, poder elegir si ser vacunado o no. Este fin de semana la policía arrestó a 81 manifestantes.
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