La posición adoptada por el gobierno de Draghi, apoyada por todos los partidos políticos italianos, ha llevado a Italia a tomar partido en una guerra, la ruso-ucraniana, que no solo está lejos de nuestro país, y es feroz, sino que también es contraria a todos los intereses italianos y europeos.
El Gobierno italiano ha proporcionado en los últimos meses armas y ayuda logística y económica fundamental para Ucrania, obligando a nuestro país a verse envuelto en un conflicto ajeno a nosotros y, de hecho, prolongando su duración.
Habiendo tomado esta decisión, ahora todo lo que es pertinente al conflicto nos preocupa: no debe olvidarse, por lo tanto, que las acciones terroristas también involucran a Italia y la OTAN, negando así los dictados constitucionales y nuestra tradición como pueblo amigo de los pueblos.
Las consecuencias de esta política ya están teniendo repercusiones en nuestra Italia: decenas de miles de familias y empresas ya han sufrido el impacto negativo y, entre aumentos de precios y prohibiciones, en el futuro los efectos serán ciertamente aún más graves. El mayor riesgo es que muchas familias no puedan hacer frente a la inevitable crisis que se producirá durante el invierno, mientras que muchas de nuestras empresas se verán obligadas a cerrar sus puertas si continúa la política de guerra sin sentido. Hoy nuestra economía ya paga la ruptura con Rusia no solo en términos de energía sino también en términos de turismo … con pérdidas reales cuantificables en miles de millones de euros.
Todo lo ruso es discriminado, su cultura rechazada, los turistas se mantienen alejados y todas las acciones del gobierno ruso, incluso las generosas que marcaron la crisis del COVID 19, demonizadas.
Para evitar el desastre, es necesario reconducir inmediatamente la situación antes de que la locomotora de Italia se estrelle.
Este llamamiento pretende ser una advertencia a la clase política y al gobierno para poner fin a una guerra entre dos pueblos hermanos en sangre y espíritu.
El Gobierno italiano, si se preocupa por su pueblo, debe dejar inmediatamente de enviar armas, prefiriendo la vía diplomática. Además, Italia debe cuestionar su alianza con la OTAN, porque debemos tener la tarea de no provocar guerras o fomentar divisiones.
Este llamamiento pide a la Santa Sede que continúe su asidua búsqueda de la Paz, destacando su absoluto respeto por todos los pueblos en guerra.
Este llamamiento precede a la gran movilización del pueblo que inevitablemente tendrá lugar si la clase política italiana sigue adelante apoyando la guerra y, en consecuencia, provocando el empobrecimiento de nuestra Italia, la traición de bienes fundamentales como la Paz y la Verdad y la desaparición de la clase política italiana por no estar a la altura de la tarea que le ha encomendado la Historia.
Primeros firmantes:
Gloria Callarelli (Periodista) – Prof. Ornella Mariani (Escritora) – Prof. Giovanni Frajese (Endocrinólogo) – Prof. Nino Galloni (Economista) – Prof. Carlo Taormina (Abogado) – Roberto Fiore (Político) – Franco Cardiello (Político) – Salvatore Cabras (Almirante) – Damiano Cardiello (Político) – Irma Trombetta (Escritora) – Vincenzo di Nanna (Abogado) – Carmela Rescigno (Política) – Antonietta La Porta (Política) – Nicola di Simone (Empresario) – Fulvio Maiorca (Abogado) – Michele Mitrotti (Abogado) – Baldassarre Lauria (Abogado) – Nicole Calabresi (Soprano) – Filippo Teglia (Abogado) – De Vincentis Resta (Abogado) – Fabio Tuiach (Ex campeón del peso pesado italiano) – Vito Comencini (Político) – Luca Castellini (Diplomático) Alessandro Meluzzi (Psiquiatra) – Francesca Donato (Político) – Angelo Onorato (Político)
Recogida de firmas en: No más guerras entre hermanos | CitizenGO