Caridad Pérez de Armas, viuda del Cte Ricardo Sáenz de Ynestrillas, responde a la invitación al Acto de Homenaje a la Víctimas del Terrorismo en el Congreso de los Diputados, el 27/06/2019

Muy señores míos:

En relación con la invitación que me ha sido remitida, informando de la celebración del acto citado en la cabecera, quiero manifestarles que ni yo, ni ninguno de los miembros de mi familia asistiremos al mismo, por las razones que explico a continuación:

· Porque estamos hartos de que el mismo Congreso que ahora decide un acto de desagravio a las víctimas, sea el que ha acogido en sus escaños azules a varios Presidentes de Gobierno que sistemáticamente han negociado, mentido, pactado, concedido y cedido a toda clase de chantajes terroristas y filo-terroristas, para burla y escarnio de las víctimas directas y de todo el pueblo español, que es la principal víctima de la sinrazón y la barbarie etarra.

· Porque no menos de tres Presidentes de Gobierno han burlado las leyes que el mismo Congreso aprobó contra el Terrorismo. Porque al menos un Presidente de Gobierno de los últimos tres, según hemos sabido recientemente por las actas de ETA, humilló, vendió y entregó de manera miserable, la memoria, la dignidad y la justicia para con las víctimas del terror, incurriendo en varios delitos por los que sí esperamos, en cambio, una reacción del Parlamento para promover el procesamiento, el juicio y la posterior condena de su protagonista.

· Presidentes del Gobierno que han negociado con los asesinos y sus compinches medidas de gracia para criminales con miles de años de condena, sin contar con las víctimas ni pedir nuestra opinión. ¿No sería esto un delito en cualquier democracia consolidada?

· Presidentes de Gobierno que han mantenido «a buen recaudo» a uno de los mayores criminales de la historia de nuestro país, en libertad, en supuesto paradero desconocido, mientras negociaba con él la rendición … de España. Y que tras haber vivido libremente en el país vecino -uno de esos países aliados en los que se refugian de manera sistemáticas todos los cobardes y miserables huidos de la justicia española como Bélgica, Alemania y por supuesto, Francia – han orquestado una burda estratagema de blanqueamiento y reintegración a la vida pública – como ya se hiciera cuando fue convertido en parlamentario y miembro de la Comisión de Derechos Humanos, lo que le permitió eludir ya no sólo la condena, sino el propio juicio de alguno de sus crímenes más terribles, si es que se pueden hacer escalas en esto – mediante la detención “paripé” y la casi inmediata puesta en libertad que hemos conocido estos días, sin que la Cámara de Representación de la Soberanía que ahora nos pretende homenajear, haya pronunciado la menor queja por este nuevo atropello.

· No asistiré, y ningún miembro de mi familia lo hará, porque asistimos diariamente a la humillación mas descarnada que pueda sufrirse, viendo como los que dicen «representar al pueblo», se refugian en el Congreso de los Diputados, en los bancos azules y en los rojos, para adoptar acuerdos que además de violar la Ley suponen una ignominia para los que tuvimos las desgracia de vernos directamente involucrados en tal barbarie.

· No asistiré, y ningún miembro de mi familia lo hará, porque ese recinto ha mancillado la Memoria de las Victimas acogiendo como representantes del pueblo llano a asesinos convictos y confesos, a sus secuaces, simpatizantes, admiradores y correligionarios que celebraban con champan las «hazañas» de la banda criminal y se fotografían, saludan, sonríen, y comparten mesa y cocina en toda la prensa nacional con algunos de los criminales canallas de mayor responsabilidad de todo el entramado etarra. En los bancos azules y en los rojos.

· No asistiré, y ningún miembro de mi familia lo hará, porque lo que están preparando y denominan Acto de Homenaje, no es más que un nuevo ataque a nuestra Dignidad, una nueva burla, tras la que, a buen seguro, se producirá, más pronto que tarde, la excarcelación de criminales sanguinarios, con cualquier excusa, ya sea vía acuerdo infame, vía certificado médico, vía chantaje moral, vía indemnización económica, vía Real Decreto Ley, indulto o por la puerta de atrás. Qué más nos da a estas víctimas.

· No asistiré, y ningún miembro de mi familia lo hará, porque el único homenaje al que aspiramos es la aplicación de la Justicia, la orden de detención inmediata de cuantos «fugados», «refugiados», «protegidos», «huidos», «advertidos», «ocultados» o en «paradero desconocido» siguen aún campando a sus anchas sirviendo de mofa y escarnio a nuestro sufrimiento, para ser realmente puestos a disposición de la Justicia, y no para montar numeritos policiales.

· No asistiré, y ningún miembro de mi familia lo hará, porque nosotros ya hemos cumplido treinta y tres años de condena. Muchos más que cualquier de los criminales que tanto daño nos han hecho, y solo faltaría que acudiéramos a esa pantomima para poner la guinda al sanguinario festival, vestido de derrota de ETA. Derrota más falsa que un euro de madera.

· Si de mí dependiera, ninguna de las Asociaciones de Victimas deberían asistir a esos enjuagues políticos; ninguna víctima debería acudir porque solo buscan ganar simpatías, votos y una especie de permiso tácito para seguir tomándonos el pelo. Basta de burlas. Basta de utilizarnos.

· Les recomiendo, en cambio que exijan la restauración el Monumento de la Estación de Atocha, que se encuentra descuidado y abandonado, toda una muestra del afecto y cariño que los distintos gobiernos, comunidades, ayuntamientos, distritos, juntas municipales etc. sienten por sus ciudadanos y sus víctimas.

· Hubiera sido más oportuno que cualquier homenaje, exigirle al expresidente y actual Consejero de Estado Rodríguez Zapatero, una disculpa ante las víctimas por el imperdonable insulto que supone denominar a Arnaldo Otegui como hombre de paz, pero ni eso ya tiene sentido, porque ahora debería instarse, como ya he manifestado, su procesamiento por crímenes contra el Estado y contra la Memoria y la Dignidad de las Víctimas y de todos los españoles, que no voy a calificar, pero que resultan evidentes para cualquier estudiante de Derecho Penal.

· Hubiera sido más oportuno que la más alta Magistratura del Estado no hubiera propiciado un encuentro amigable de los expresidentes vivos, donde normalizar, tras conocerse las actas, la nefasta responsabilidad del expresidente Rodríguez Zapatero, como si lo conocido careciese de la menor importancia. Porque quizá, sólo quizá, también eso pueda convertirlo en corresponsable de la ignominia. Doctores tiene la Iglesia.

Sin más, reciban un atento saludo.

Caridad Perez de Armas, viuda de Sáenz de Ynestrillas y familia

#NiOlvidoNiPerdón

#SomosLaFalange